Londres, 25 de enero de 1993
A pesar de que puede ser una pésima idea volver a Sandburn para rescatar a Andrew, tanto Dillon como Johny y Kieran no pueden dejar a su compañero siendo torturado en el psiquiátrico.
Tras elaborar una pequeña distracción con ayuda de Faraday, consiguen entrar en el hospital y sacar a un maltrecho Andrew. En la huida, el grupo acaba separándose: mientras Kieran y Johny hacen de señuelos, Dillon debe llevarse a Andrew.
En el viaje al hotel, y con pocas fuerzas, el guionista de cómics le confiese al ex policía que, durante la tortura, traicionó a Waya y a los locos de la Isla de los Perros. Es probable que una aliada del grupo corra serio peligro.