Si hubiera un expediente acerca de nuestras faltas (delitos) que los demás puedan leer, ¿cómo nos sentiríamos?
A veces quienes más queremos nos enrostra nuestras fallas y fracasos, otras veces nadie lo hace, pero igual experimentamos el remordimiento y la culpabilidad.
La gracia de Dios en la historia de la mujer sorprendida en adulterio.
Jesús se inclina hacia nosotros, para que la Gracia actúe en nuestra vida y seamos libres de la culpa; para que entendamos que él nos defiende ante Dios, que intercede por nosotros. La Gracia de Dios ha limpiado nuestro expediente, y por eso somos aceptos en su presencia.