Seguramente cuando niño te habrán tratado de asustar para que no hagas travesuras, diciéndote: Dios te está mirando. Aunque es una verdad, lo cierto es que las personas tienden a hacerse una imagen de Dios como alguien dispuesto a castigarles cada vez que se portan mal o toman malas decisiones.
La historia de Agar en la Biblia nos muestra un enfoque totalmente diferente respecto a Dios.
Para ella, "Dios me ve" no era una frase que le causara miedo, por el contrario, le recordaba que era valiosa, sin importar lo que los demás dijeran de ella o cómo la trataran.
Cuando descubrimos que Dios tiene sus ojos sobre mi vida, y que él sabe lo que hago (mis actividades y mi descanso, lo bueno y lo malo), lo que siento y lo que pienso, y que a pesar de esto me sigue amando, y más aún, me quiere transformar, y mostrar su amor, llegaremos a la misma conclusion de Agar.