En nuestra vida hay muchos puntos de inflexión; situaciones en las cuales, nuestra vida puede dar un giro hacia arriba o hacia abajo. Josué e Israel se enfrentaron a un punto de inflexión, y lo que decidieran hacer, determinaría en parte su futuro. Todos se enfrentaron al mismo desafío: Tomar posesión de la tierra prometida. Cada tribu, cada clan, cada familia recibió su parte en distintas medidas, pero todos recibieron herencia. Ellos debían decidir ahora qué harían. De igual manera nosotros hemos recibido de parte de Dios diversas capacidades, dones, experiencias, que nos hacen únicos, con el fin de que los utilicemos y conquistemos el "territorio" que Dios nos ha dado para cumplir sus propósitos en nuestro hogar, trabajo, familia, iglesia, etc.. Nuestro desafío es el mismo que el de Josué e Israel...