Detenerse en la vida no siempre es negativo ni señal de retroceso. Incluso mirar atrás y evaluar cómo se han estado haciendo las cosas es de sabios. Al comenzar este nuevo año, y antes de continuar con nuestros planes y actividades, queremos detenernos y evaluar el año que finalizó y preguntarnos: Qué cosas hicimos bien? Qué cosas necesitamos cambiar? Quizás no fue un buen año, o quizás si lo fue. Pero de seguro que deseamos que el nuevo año sea mejor que el que terminó. En la Biblia vemos la historia del joven Samuel que trae instrucciones de parte de Dios para el pueblo de Israel, para que pueda cambiar la lamentable situación en la que se encuentra. Hacía décadas de derrotas y de sometimiento y abusos por parte de sus enemigos. En qué consistían estas instrucciones? Qué nueva estrategia traía Samuel para lograr la victoria y la liberación del poder del enemigo? La clave para el éxito, según Dios, no está en lo externo (estrategias, nuevas tecnologías, etc) sino en lo interior. Lo mismo es válido para nosotros hoy. Muchas veces tratamos de conseguir cambios externos en nuestro matrimonio, familia, trabajo, estudios, lo que es válido. Pero para lograr el éxito, según el consejo divino debemos comenzar por nuestro interior, alejarnos del mal y volvernos a Dios.