El discípulo debe recordar constantemente quién es; su identidad que ha recibido de Dios, pues esto le ayudará a vivir una vida coherente con ello.
Quienes somos?
La Biblia compara y describe a los seguidores de Jesús como: Bebés espirituales, como Piedras vivas, como Sacerdotes de Dios, como Pueblo de Dios, como extranjeros en este mundo y como siervos. Esto implica privilegios pero también obligaciones. Y aunque cada discípulo tiene una identidad individual no debe olvidar su responsabilidad grupal, esto es, con los demás miembros de la Comunidad Cristiana, pues esto es parte de su identidad completa. Casi todas nuestras fallas surgen de la facilidad con la que olvidamos una de estas dos áreas de nuestra identidad como discípulos.
