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Jeremías 31:25
"Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida."

¿Cómo podemos cuidar el alma si es algo que no vemos? Para entender mejor lo que pasa podemos ver en Génesis que Dios toma polvo de la tierra y forma al hombre, luego sopla en su nariz aliento de vida y hace el primer hombre Adán alma viviente.

1 Corintios 15:45
"Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante."

Entonces el hombre tiene cuerpo (polvo), espíritu (aliento de vida) y alma. Dos aspectos importantes para cuidar el alma: observar cuando nos cansamos y cuando nos ponemos tristes. La medicina para éstas dos condiciones que todos pasamos es recibir de Dios satisfacción y saciedad.

I- Observando cuando nos cansamos.

A- El cansancio es una condición de quedar exhausto, fundido, desmayado o sediento.

B- Cambiemos la estrategia y llevemos una vida más armoniosa, como haciendo una carrera de larga distancia, administrando muy bien las fuerzas, comamos, hidratémonos y durmamos bien.

C- Aprendamos a descansar en Dios. La entrega a Dios es día a día. Dios nos promete satisfacción, llenar nuestras necesidades; Jesús le dijo a la samaritana quien tome de ésta agua no volverá a tener sed.

Juan 4:14
"...mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna."

La sed es una condición emocional no sólo material. Debemos nutrir nuestro espíritu con las aguas del cielo que nos llenan de ilusión y descanso. Es entrar en el reposo del Señor, donde vemos que Él hace cosas poderosas a favor de nosotros.

II- Observar cuando nos ponemos tristes.

A- La idea de tristeza viene de la imagen del calor que derrite algo. Esto viene cuando nos llenamos de temor, nos enfermamos y perdemos la vitalidad.

B- Dios nos promete saciarnos. Esto significa llenarnos, hacernos abundar, sobre abundar, tener logros, terminar con éxito proyectos.

C- Tenga una visión celestial, ponga metas, objetivos claros para conquistarlos poco a poco y sea constante teniendo la satisfacción de lograr tareas con excelencia, disfrutando el momento, conociendo que Dios está en su favor y que siempre lo acompaña, Él es su mejor amigo. Escúchelo porque sus palabras sacian su corazón.

Conclusión:

Si quieres cuidar tu alma abre tu corazón a Dios y planea una estrategia de vida con la visión del cielo de hacer el bien. Disfrutando de su presencia cada momento, esperando en Dios para recibir nuevas fuerzas y volar con poder como el águila, renovando sus objetivos con metas claras que va a alcanzar.