Jaén, 1949. Miguel, enfermo de tuberculosis, se traslada al Hospital Doctor Sagaz, el popularmente conocido como El Neveral, en la capital jiennense. Una afección vergonzosa en la época que mueve a su acomodada familia a recluir al joven y el punto de partida de El cerro de los vientos, lo último de la periodista madrileña Mayte González-Gil.