En la carta que escribe Pablo a los Filipenses en el capitulo 3, versículo 12, les
dice: No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado
la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual
Cristo Jesús primeramente me hizo suyo.
Pablo, esta dejando claro que él no es una persona perfecta, pues el hecho de
que tenga una buena relación con Dios no quiere decir que no falle o no se
equivoque.
Y es que en la vida cristiana estamos en un constante aprendizaje, donde poco a
poco aprendemos a luchar contra nuestros deseos y debilidades.
Pablo, también deja claro que sigue queriendo llegar a la perfección, pues es un
llamado que Cristo nos hace a todos.
Pablo, les sigue diciendo a los filipenses, que él se concentra únicamente en
olvidar el pasado y fijar su mirada en lo que tiene por delante. De esta manera
avanza hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual
Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
Olvidar el pasado, significa pedirle perdón a Dios por habernos separado de su
planes y propósitos; significa, aprender del pasado para no cometer los mismos
errores. Y entender que la vida que Cristo nos ofrece tiene más valor que todas
las demás cosas.
¿Estamos dándole mas importancia a nuestro pasado que a lo que Dios quiere
hacer hoy con nosotros?
¿Estoy avanzando en el plan que Dios ha diseñado para mí?
Señor, quiero seguir teniéndote en cuenta para todo lo que hago, quiero que
sigas siendo el centro de toda mi atención.
