En el libro de Números en el capitulo 22 versículos del 1 al veintidós nos describe la historia del rey Balac y el profeta Balaam.
Resulta que los hijos de Israel acamparon en los campos Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Entonces, Moab tuvo gran temor a causa del pueblo de Israel. Y el rey Balac, ideo un plan para intimidar al pueblo de Dios.
Su estrategia, consistió en contratar al profeta Balaam para que maldijera al pueblo de Dios. Por esta razón envió a algunos ancianos de Moab y le dijeron las palabras de Balac. Él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.
¿Cómo debía responder el profeta ante la proposición de los ancianos de Moab? Debería haberles dicho: Por el mismo camino que vinieron se regresan, no los quiero volver a ver. No había ninguna necesidad de que Balaam consultara a Dios para conocer la respuesta.
Así, que los ancianos regresaron donde el rey Balac sin una respuesta positiva.
Para el rey Balac era normal que si él le proponía dinero a alguien, esta persona respondería con sí, no había que pensarlo porque a todos no hace falta un poco de dinero.
No conforme con la respuesta del rey Balac, volvió a enviar otra comitiva a tratar de convencer a Balaam, en esta ocasión estaba compuesta por funcionarios muy importantes.
¿Por qué Balac volvió a enviar a otros funcionarios para convencer al profetar Balaam?
Porque se dieron cuenta que Balaam era un hombre que había perdido su amor por Dios y le interesaba la fama y las riquezas.
Por segunda, vez Balaam consulto al Señor para conocer la respuesta, El Señor le dijo puedes ir. Pero el si de Dios era una manera de que Balaam se diera cuenta que la respuesta era No.
Balaam, estaba tan enceguecido con la propuesta del rey Balac que su burra llego a tener mas entendimiento de la voluntad de Dios que el propio profeta.
¿Estoy sirviendo a Dios con una motivación correcta?
¿Estoy usando mi servicio a Dios para buscar el favor de los hombres, la fama y las riquezas?
Señor, quiero apartarme de cualquier proposición humana que pueda separarme de tu presencia.
