Gracias a las diferentes plataformas que hay en las redes sociales, tenemos la gran
oportunidad de expresar nuestras ideas y conceptos cristianos.
A veces, nuestras publicaciones adolecen de madurez y caemos en varios temas que no
edifican y alejan a aquellos que no conocen de Dios.
Debemos buscar que nuestro lenguaje sea más sencillo y entendible, tratando de que
todas las personas puedan comprender el mensaje de salvación.
Debemos tomar más responsabilidad de lo que escribimos y publicamos pues las redes
sociales se han convertido en los nuevos púlpitos en la era covidiana.
Por otra parte, no siempre usamos esta gran oportunidad para glorificar a Dios y si para
promocionar nuestro ministerio o lo que hacemos. Debemos entender que no somos los
protagonistas de nuestra historia, es el Señor que en su misericordia nos ha permitido
servirle.
Tenemos que pedirle al Señor que nuestra única motivación sea glorificar su nombre y
compartir todo el consejo de Dios con aquellas personas que necesitan conocer más al
Señor.
El apóstol Pablo, les dice a los cristianos de Éfeso en el capítulo seis versículos del seis
al ocho: no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como
siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad,
como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése
recibirá del Señor.
¿Estoy usando sabiamente las redes sociales?
¿Estoy buscando la Gloria de Dios en cada publicación y comentario?
Padre, quiero usar todas las plataformas digitales para dar a conocer tu nombre y si me
censuran por defender tus principios, seré bienaventurado.
