Hemos estado un tiempo sin acudir a la taberna,
pero parece que se levanta el estado de alarma y volvemos a ella a cervecear y debatir sobre nuestro deporte favorito.
Entramos con ganas.
Nos tapa el camino una pandilla de goblins.
¡Empujón y fuera de nuestra vista!
Se nos cruza el camarero mientras avanzamos hacia la pizarra de Morg’N’Thorg.
¡Patadón a los isquiotibiales, y le perseguimos para volverle a tirar, que aún no se le ha caído la bandeja!
Nos damos de bruces con un minotauro que brinda con un ogro.
¡¡Lo que les vamos a brindar son unas buenas hostias!!
Llegamos hechos un guiñapo a la pizarra de Morg’N’Thorg,
con una herida de cuerno a la altura del páncreas de la que mana sangre carmesí.
¡Tonterías!
Nada que nos impida hablar sobre el equipo de nórdicos con el siempre calmado Morg’N’Thorg.
Tras ello cerramos la velada en el diván de Borak, hablando de qué cosas tenemos en cuenta a la hora de elegir equipo para nuestra próxima liga.
