Acaba el periodo estival, y poco a poco se van reiniciando las ligas del Viejo Mundo.
Que si los Reikland Reavers iban a fichar a un blitzer vampiro que pa qué,
que si Jordell Brisafresca iba a renovar con los Athelorn Avengers y al final se ha acabado uniendo a los Darkside Cowboys…
En fin, la salsilla de siempre.
Un verano acalorado y entretenido.
Pero ya no más!
Ahora es el momento de la competición, y por muy divertidas que sean las cábalas rosterísticas,
nada se puede comparar a la trepidante emoción que supone ver a los jugadores saltar al campo, volver a saltar dentro del campo, y verles salir en camilla con los pies por delante.
Todo engorilados con la nueva temporada, nos reencontramos con nuestros contertulios habituales en la taberna de todos,
o más bien,
en La Taberna de Nuffle.
En la pizarra nos espera Morg’N’Thor, con un par de kilillos de más,
Que parece que se está aficionando al tablero, y quiere hablar con entusiasmo de las grandes diferencias que se puede encontrar un jugador acostumbrado al juego de ordenador al abordar por primera vez el Blood Bowl analógico.
Tras esta conversación, nos dirigimos al diván de Borak.
Dice Borak que el Blood Bowl está muriendo.
Que los jóvenes prefieren mirar el móvil que ver partidos de Blood Bowl.
“Blasfemia!!!”
Bayug le explica un sistema que ha ideado para evaluar niveles de habilidad de principiantes,
Con la idea de intentar dar cierta ventaja a primerizos y evitar así que huyan despavoridos de la complejidad del Blood Bowl.