Bayugh y Alpaca no son magos, y mucho menos reyes,
quizás como mucho en su parcela del sofá.
No obstante, algo tienen de camellos,
así que, cerca de tan señalada fecha,
se traen un nuevo episodio de la Taberna de Nuffle (NUFFLE NUFFLE NUFFLE)
Bien es sabido que Papá Noel limpia su conciencia el 24 de Diciembre llevando regalitos a muchos niños del mundo;
lo hace para compensar que el resto del año se gana los cuartos como traficante de esclavos élficos.
Les tiene trabajando sin parar en su impoluta, climatizada, y por supuesto muy segura fábrica allá en el Polo Norte.
¡Cuánta injusticia!
¡Qué hombre más oscuro!
Como contraste tenemos a los afables Reyes Magos,
que nunca jamás pensarían en hacer algo tan impío como la trata de elfos.
En su caso se limitan a esclavizar simples halflings.
¡Cuánta buena fé!
¡Qué alarde de nobleza!
Aprovechamos la ocasión para explicarle al siempre navideño Morg’N’Thorg por qué sus compañeros de equipo más habituales son precisamente jugadores medio-pulgas,
como nuestros entrañables haflings,
u hoy en día los snotlings y goblins de inframundo.
Tras este regalazo de conversación,
resistimos nuestros impulsos de ponerle bombillitas en las ramas a Raizprofunda Ramafuerte,
y nos dirigimos al diván de Borak para volver a hablar de campos.
En esta ocasión nos centramos en lo que es la construcción en sí de un campo,
aprovechando nuestra experiencia al respecto.