"Felices los mansos porque heredarán la tierra". (Mt. 5,4)
Manso no es sinónimo de menso o tonto, ser manso es alguien que conoce y practica la verdad que viene de Dios. Cristo nos invita a que por amor seamos mansos, que por amor renunciemos a nosotros mismos.
La mansedumbre es la docilidad que viene de dejarse guiar por el Espíritu Santo.
Gracias @Marcelino Hernández por compartir con tu testimonio.