Hay una vieja lección que sugiere que deberíamos observar la naturaleza con más humildad. Se sugiere que, salvo se les prive de su libertad, no hay animales ansiosos y estresados. La libertad, para ellos, es la felicidad: los únicos animales a los que hay que darles de comer es a los animales en cautiverio. Los demás, libres como el viento, buscan sus propios recursos y hacen su vida.
Se ha observado, por ejemplo, que algunos elefantes cuando están en cautiverio no se reproducen…