Le haré una breve reflexión sobre riqueza y pobreza.
En el libro "De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad", se relata que en muchas sociedades de Nueva Guinea la riqueza de una persona se mide por el número de cerdos que posee. Mientras más cerdos tiene una persona, más rica es. Para asegurar que los cerdos no se vayan, los
agricultores del norte de Nueva Guinea no los encierran en un corral, sino que les cortan un gran pedazo de la nariz. Esto produce un agudo dolor cada vez que el cerdo intenta oliscar. Con la nariz cortada, los cerdos no pueden encontrar comida, ni hallar su camino sin olfatear. Esta mutilación los hace completamente dependientes de sus dueños humanos.
A pesar de que los cerdos están libres, ellos no se van... se acostumbran a quedarse allí porque allí tienen la comida asegurada…