Tuve que aceptar......
Que no sé nada del tiempo…
que es un misterio para mí…
y que no comprendo la eternidad…
Yo tuve que aceptar
que mi cuerpo no sería inmortal, que él envejecerá y un día se acabaría.
Que estamos hechos de recuerdos y olvidos; deseos, memorias, residuos, ruidos, susurros, silencios, días y noches, pequeñas historias y sutiles detalles…