En este salmo la asamblea del pueblo de Dios entona un nuevo cántico de alegría y da gracias al Señor porque hace maravillas, especialmente manifestando su misericordia al devolver la santidad a quienes la habían perdido por sus infidelidades. La música de la antífona es del Calendario de la CEL y el recitado de Cagigós. Ofrece esta versión para quienes deseen inspirarse en ella, Ildefonso Fernández Caballero