La escena del evangelio de hoy nos muestra a Pedro postrado ante su "Señor". Esta postración recuerda la de los discípulos en el momento de la ascensión. También nosotros nos postramos ante nuestro Señor delante de sus angeles asociando nuestra alabanza a la del cielo y la tierra, con los labios y el corazón purificados. La melodía de la antífona es la de la CEL, la del recitado es de Cagigós y la interpretación, a título de ensayo para que otros puedan oírla, de Ildefonso Fernández Caballero.