Cuando un jarrón se rompe, para muchos pierde su valor, ya que, aunque lo reparemos, su superficie y su belleza quedan dañadas. Sin embargo, debemos recordar que los japoneses tienen una maravillosa habilidad llamada kintsugi, que transforma objetos dañados en algo aún más hermoso.
Hoy no quiero centrarme en la orfebrería asiática, sino en lo que ocurre cuando nosotros mismos nos rompemos. Hablo de la frustración, esa sensación de postración, de no poder movernos como antes, de no poder realizar las cosas que solíamos hacer. Es la frustración de lo perdido. Sin embargo, en medio de la frustración, es crucial recuperar la confianza, confianza en nosotros mismos y en un futuro que, quizás, sea aún mejor, ya que habremos salido de esa experiencia más fuertes y más bellos. Así como los jarrones que los japoneses reparan con meticulosidad y amor.
La música de este episodio es
Twenty Ninteen Americana Instrumental by Wayne John Bradley | https://soundcloud.com/ayneohnradley
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