Arrimadas y su dilema: O VELETA o BISAGRA
Sus aires de grandeza, el creerse el rey del mambo ante los cantos de sirena lanzados desde los medios de comunicación deseosos por encontrar al nuevo Suarez de la política española, su negativa a pactar con el Psoe, porque él se veía en la cima del poder, terminaron con Rivera. Ahora en la otra cara de la moneda y con el apoyo de Arrimadas al Psoe, ese apoyo que su ex jefe le negó a Pedro Sánchez, podría terminar con su trayectoria política y lo que es peor con el partido que empezó a liderar hace unos meses. Ella reina por un día, se ha empeñado en seguir los pasos de aquella otra lideresa de nombre Rosa Díez lideresa de aquella UPyD partido que también aspiró a convertirse en el árbitro de la situación buscando el Centro perdido de Adolfo Suárez, que terminó siendo engullido por la formación naranja .Ahora lo más que puede aspirar Rosa Diez, además de hacer méritos para entrar en el Pp de Casado, no es otra cosa que arremeter contra Arrimadas por ese balón de oxígeno dado a Sánchez y que ha dejado descolocado al PP ante su indefinición al abstenerse en lugar de votar NO a la nueva propuesta de Pedro Sánchez de ampliar a 15 días más el confinamiento de los españoles en casa. Lo peor que le puede pasar a un político es empezar a ser considerado como intrascendente... Y eso es lo que le puede pasar a este Pp de Casado de continuar mirando hacia los lados con miedo a que le comparen con Vox y dejar con ello mostrarse como una oposición enérgica ante los desmanes de este gobierno de Sánchez y Iglesias.
Ciudadanos aquel partido que nació para luchar contra un nacionalismo asfixiante y muy poco democrático en Cataluña una vez que el PP perdiera toda sus esencias en aras de la mal llamada gobernabilidad, y que tanto daño hizo a los populares en Cataluña y País vascos, donde los populares perdieron todas sus referencias; propició como en el caso catalán la aparición de Cs con un proyecto en donde terminaron por integrarse gente de la derecha y de la izquierda cuyo nexo de unión era plantar cara el nacionalismo cada vez más radical. Con una izquierda moderada que venía siendo representada por el PSC, de donde procedía Girauta, se había encamado con el nacionalismo y los verdaderos socialistas no podían entender que el partido coqueteara con el nacionalismo más exacerbado, algo aberrante para ellos, Cs logro ganar las elecciones aunque no lograran gobernar por los pactos del resto de fuerzas políticas , sin embargo la renuncia a presentarse al debate de investidura a sabiendas que sería derrotada de antemano, fue el primer gran error de Arrimadas .
Un error nada comparable con la decisión tomada el pasado miércoles por Inés Arrimadas de salvar la cara de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias apoyando su propuesta para ampliar en confinamiento de los españoles dos semanas más, y dejar abiertas las puertas para otros apoyos en el futuro, con su decisión Arrimadas viene a continuar con esa marcha hacia el precipicio de un partido que ha ido dando tumbos con el único fin de erosionar sus propias siglas. Confiar a esta altura y conociendo al personaje, en la palabra de este presidente ególatra y mentiroso que tenemos, es de una ingenuidad impropia de quien lleva ya suficientes años en la política como para diferenciar ser en política una bisagra o una veleta. No sé si Para Arrimadas no le resulta un tanto ilógico que sea precisamente un partido como Ciudadanos, partido que se presenta como defensor de los valores liberales, quien dé oxígeno a un Gobierno de coalición y en el que uno de sus miembros Unidas Podemos, no oculta su intención de aprovechar la pandemia para acabar con lo que Pablo Iglesias llama el régimen de 1978, que no es otra cosa que el pluralismo político, la monarquía parlamentaria y la libertad de empresa y de mercado. Por eso no deja de llamar la atención ese apoyo a modo de salvavidas lanzado por Arrimadas el pasado miércoles sin tener en cuenta que es ahora precisamente cuando aprovechando el confinamiento de los españoles en nuestras casas, cuando Iglesias y Sánchez aprovechan para amenazar a empresarios, críticos, jueces y prensa libre, Lo que no ha pensado Arrimadas, ojalá algunos le hagan llegar el mensaje si es que escucha a los suyos, cosa que me dicen que ya apenas se deja aconsejar salvo por un círculo muy selecto, es que en cuanto su partido deje de serles útil, Iglesias y Sánchez no dudaran en prescindir de nuevo de la formación naranja, y volverán a las andadas recomponiendo gobierno Frankenstein con independentistas y herederos de ETA. Ya hemos visto el ataque de celos de los catalanes avisando a Sánchez que si continúa coqueteando con Arrimadas se arriesga a perder el apoyo de los nacionalistas, lo que dejaría definitivamente a Arrimadas al pie de los caballos.
Pero que salgan ahora Albert Rivera, criticando este apoyo a Sánchez, criticas que se hacen extensibles a otros compañeros como Giraulta , Manuel Maseda, Miguel Carballal, ambos en Galicia, Juan Cassa, concejal de Malaga quien con su paso al grupo de los no adscritos puede poner en peligro la alcaldía de Málaga o Carina Mejías que ya han abandonado en partido, la verdad es que dice muy poco de ellos, no olvidemos que fueron ellos los que dejaron muy alto el listón de la incoherencia tras firmar primero un pacto de gobierno con Sánchez que acabó en investidura fallida; aliarse después con Rajoy tras jurar que no lo harían; propiciar más tarde la moción de censura contra Rajoy, y negarse finalmente a formar un Gobierno de coalición moderado con Sánchez cuando tenían mayoría absoluta, provocando así la llegada del único Ejecutivo socialcomunista de Europa.
Arrimadas, sin embargo, lleva camino de superar a su predecesor. Tras huir de Cataluña convirtiendo en inútil la histórica victoria de un partido españolista en esa comunidad, dejando a Torra campar a sus anchas y ninguneando al PP negándoles apoyo para poder formar grupo propio en el Parlamento Catalán, la que fue la máxima colaboradora de Rivera confía en salvarse renegando del mentor de la mano de Sánchez. Pero acabará como él, encontrando refugio en un bufete bien pagado y recordando lo que pudo ser y no fue…
Y es que no debería olvidar la señora Arrimadas que en el actual escenario político que tenemos en España y de disputa política, la línea que separa ser un partido bisagra de un partido veleta puede ser muy delgada. Y el margen de error para corregirlo, prácticamente se reduce a cero, con el consiguiente peligro que ello conlleva…