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Lo que no se dice... no sé sabe
Les había prometido hablarles de la carta de despedida con la que Pérez Ortiz se despedía de la militancia del partido tras quince años al frente del PP. granadino. Una carta que viene a sintetizar lo que ha sido este periodo, periodo de grandes triunfos y también de grandes fracasos y donde se quiera o no Sebastián Pérez, como otros muchos han entregado los mejores años de su vida... Tras esa carta lo que me llama la atención es la campaña, o campañas que algunos íntimos, han comenzado a poner en marcha con el propósito de desacreditar la figura de Pérez Ortiz. Una campaña en donde los temas personales y políticos se entremezclan en unas maniobras que vienen a poner de manifiesto lo peor que tiene la política como la traición, la deslealtad, vamos como diría Pío Cabanilla... Al suelo que vienen los nuestros... Y esos nuestros, esos próximos a Pérez Ortiz son los primeros en sacar y propagar cualquier tema, inventado o no, que pueda minar la credibilidad de Pérez Ortiz. Aquí la carta "Durante 15 años he compartido contigo una etapa apasionante en nuestra formación política. Todos los retos que nos marcamos los hemos superado con creces, desde el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio, siempre en el interés de Granada y sus gentes. Hemos vivido momentos de triunfo y alegría y, cómo no, también ha habido tiempo para la derrota y la desazón. Felizmente, nuestros valores y principios, nuestras ideas y nuestra fe en el gran proyecto del PP. de Granada, ha prevalecido siempre sobre todas las cosas. Y hemos de seguir luchando por la razón de ser de nuestro partido las PERSONAS. Te ruego que sigas la buena línea que marcamos desde el primer día, y en torno a nuestro nuevo presidente, sigamos llevando a Granada al lugar que le corresponde. No olvidéis la inscripción que tenemos en la entrada de nuestra nueva sede provincial: Los populares trabajamos con el deseo de aspirar a una sociedad más libre, próspera y justa en Granada, Andalucía y España”
Finalmente, mi gratitud a los presidentes JM Aznar, Mariano Rajoy y Pablo Casado, que me otorgaron la oportunidad de servir a Granada y a los que siempre les brindé la lealtad, el respeto y la admiración que les profeso. Y a ti, mi gratitud de todo corazón por ayudarme en esta hermosa tarea de haber convertido al PP. de Granada en un referente nacional de laboriosidad y buen hacer. Hoy, gracias a tú, a nuestras bases y al PP. de Granada, tenemos una provincia más justa y mejor. Cierro está etapa vital con la satisfacción del deber cumplido, la serenidad de mantener intactos mis principios y convicciones, la tranquilidad de mi conciencia y la libertad de mi independencia. Y además salgo como llegué, con mi familia. Lo mejor de mi vida. Mis mejores deseos de éxitos políticos y personales, y que nunca te callen, ni te paren. Porque lo que no se dice, no se sabe" Hasta aquí la carta. Una carta, que pone fin a 15 años de presidencia de un Pérez Ortiz al que se le nota dolido por la traición de alguno de lis más próximos y en los CUALES depositó toda su confianza a riesgo de perder el apoyo de la mayoría de aquellos que le acompañaron hace 15 años y que poco a poco se han ido apartando de su círculo más próximo. Pero volviendo a la carta y a su final, que quiere decir Pérez Ortiz cuando dice lo de "Porque lo que no se dice, no se sabe”. Está claro que lo que en esa carta Pérez Ortiz calla y no dice es su frustración y tristeza al comprobar cómo a lo largo de los últimos meses las puñaladas y las traiciones han sido una constante, pero está claro visto lo visto y conociendo como conozco a Pérez Ortiz, es que si hay un culpable de esa situación, si hay algún culpable es él por haber confiado en algunos personajes como el alcalde de Guejar, a pesar de conocer el rechazo que suscitaba su presencia. El y sólo él cometió el error de dejar el partido en manos de un personaje que si algo ha demostrado en los últimos meses ha sido su ambición por hacerse con las riendas del partido, bien siendo y ejerciendo como delfín del presidente o ejerciendo como el corre va y dile de un secretario general, un secretario que como García Egea se la tenía y tiene jurada a Pérez Ortiz tras enterarse de los comentarios poco afortunados hechos por Sebastián Pérez a su círculo más próximo y que fueron utilizados, por algunos, con nombre y apellido, para hacerlos llegar a la secretaria general. Sólo así se entiende esa inquina de García Egea hacia la figura del que fuera presidente del PP. granadino. A lo largo de estos meses, Pérez Ortiz ha tenido que sufrir todo tipo de afrenta y desprecios, algo por otro lado usual en un partido como el PP. granadino en donde todos sus presidentes pasaron por el mismo calvario durante los últimos meses de presidencia en donde se encontraron con las puñaladas y las traiciones con las que ahora se ha encontrado Sebastián Pérez. Ahora con un nuevo presidente, aunque estemos ante una presidencia de transición, éste debería tomar buena nota de todo lo ocurrido. Si Pablo García termina claudicando, si termina aceptando las imposiciones de Génova y acaba por aceptar a José Robles como secretario general, corre el peligro que una gran parte del partido termine por darle la espalda...En este caso el actual delegado de la Junta y hombre de CONFIANZA de Mari Fran Carazo debería recordar aquello de ROMA NO PAGA TRAIDORES... Pero no quisiera terminar este HILO sin resaltar la figura humana de Mari Fran Carazo. Lo digo porque a veces en política un gesto lo dice todo y pone a cada uno en su sitio. Me explico, a lo largo de los tres últimos Hilos estos los he terminado poniendo un video, video que ha sorprendido a más de uno y donde se observa el desprecio de Pablo Casado y García Egea hacia el entonces presidente provincial Pérez Ortiz al negarle dar la mano con la que saludar a los asistentes a uno de los mítines celebrados en campaña, frente a ese gesto de desprecio, el gesto de Mari Fran Carazo, apretando fuerte la mano de su presidente y compañero. Un gesto que lo dice todo y que demuestra que en política aún quedan políticos, en este caso políticas como Mari Fran Carazo capaces de dejar aparcadas diferencias, si es que las hay, y demostrando que en política no todo son puñaladas traperas como por desgracia ha tenido que soportar Pérez Ortiz a lo largo de los últimos meses.