Después de que el papá de Cristian decide migrar a los Estados Unidos, cae sobre sus hombros una responsabilidad muy difícil de gestionar para un niño. Así que su madre al ver que andar en la calle era lo único que le importaba a Cristian, decide ponerlo en manos de su tío, quien era entrenador profesional. Lo que Cristian ignoraba era cómo el fitness iba a cambiar su vida para siempre.