Al vivir más cerca del Señor podremos ser de más bendición a los que nos rodean. Dice en Hebreos que “el Señor es galardonador de los que lo buscan” (Hebreos 11:6). Nuestro Maestro lo expresó así: "Busca en el secreto, y tu Padre te recompensará en público” (Mateo 6:6). Entonces, cuando estamos más cerca del Señor, nos llenamos de su Presencia y después salimos a lo público y somos de más bendición: dejamos su fragancia y de su Presencia allí donde vayamos. Aportamos algo bueno a los están cerca nuestro.
No dejo de meditar en esta porción de Jeremías, donde hay una pregunta impactante: “Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová y vio y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra y la oyó?” (Jeremías 23:18). Y un poco más abajo continúa: “No envié yo a aquellos profetas, pero ellos corrían. Yo no les hablé, mas ellos profetizaban. Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras” (Jeremías 23:21-22). Eran profetas, pero profetizaban sus propias palabras. Y sí, ellos corrían, solo que iban donde Dios no los enviaba. Dice el Señor: “Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo y lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras”.
Yo me pregunto: ¿Cuántas cosas me he perdido por no estar en el secreto del Señor? ¿Cuántas cosas podía haber dicho a otros? ¿Cuántas cosas podía haber hecho? Pero, quizás, no estuve en el secreto para oír; o no estuve en el secreto para recibir lo que luego tenía que dar.
Querido lector ¿quieres ser de más bendición en este año? Entonces, aquí está la clave: Vivir más cerca del Señor te va a hacer una mayor bendición.
Una palabra me golpeó el corazón al comienzo de 2022: INTIMIDAD. Este llamado como siempre y más aún en este tiempo, es vital: Intimidad en el 2022. Dios y yo; yo y Dios. Él nos llama a una mayor intimidad. Él nos llama a su secreto. Él nos llama a buscarlo. Él nos llama a fortalecer nuestra intimidad.
“Juan Carlos”, me dirás, “ya tengo una buena intimidad”. Pues profundiza más. “Juan Carlos, estoy débil en la intimidad”. ¡Es el tiempo! ¡Urge! El Señor te dice: Tú y yo; Yo y tú. Apártate. Quiero estar contigo y tú conmigo... Y búscame en el secreto, y yo te voy a usar en lo público".
Este es el año, amigo lector, para ir a otra dimensión en la intimidad. Y nos está llamando también como Iglesia. En forma congregacional. Porque hay cosas que el Señor las revela y abre su corazón o se desnuda, solo en la intimidad. Cuando le buscamos en la intimidad. Todos los ministerios necesitamos tiempos donde no retransmitimos la reunión a las multitudes del Internet o de las ondas de radio o televisión, para tener una búsqueda en la intimidad.
Jesús nos está esperando en la intimidad. Y tiene tanto para nosotros... Si buscamos estar más cerca del Señor, seremos de más bendición que lo que hemos sido hasta el momento. En esto podemos crecer mucho en este año.