El verano de 1981 marcó la historia de la familia barcelonesa Vila Soldevila cuando pasaba sus vacaciones en la casa que tenían en la localidad oscense de Esplús. Allí, la matriarca, Neus, maquinó el asesinato de su esposo en el que ella no iba a mancharse de sangre, sino que lo iban a hacer sus hijos. «Ahora que papá está dormido es el momento», espetó con la dulce voz que le hizo mediáticamente conocida, momentos antes de que los tres vástagos de Juan se fueran pasando la pistola hasta que una de ellos, Marisol, descerrajó un disparo en la cabeza de su padre.