Que un esclavo escriba y publique su propia vida, le complica aún más la existencia y temiendo la reacción de su antiguo amo, los amigos empujan a Frederick Douglass a alejarse del país. Marchó a Irlanda. Tras regresar, varias veces tuvo que volver a exiliarse. Dedicó su vida entera a luchar contra la esclavitud y por la dignidad y la igualdad de todo ser humano, dos de sus cuatro hijos le acompañaron en estos trabajos.
Descubre con entusiasmo que la cultura es el arma clave de la liberación:
«Si enseñas a ese negro a leer, no habrá modo de controlarle luego, le incapacitaría completamente como esclavo, y a él le haría descontento y desgraciado. A partir de entonces, comprendí cuál era el camino de la esclavitud a la libertad».
La obra se publicó por primera vez en 1845. En el mundo anglosajón es el libro de referencia sobre esclavitud. Cuando se publicó hace siglo y medio, muchos no daban crédito, no por las espantosas escenas que describe, sino porque no creían que hubiera podido ser escrito por un negro. Fue inmediatamente un éxito nacional e internacional, se tradujo al inglés y al holandés, en tres años se habían realizado nueve ediciones. La escritora estadounidense H. Beecher Store, conocida por su obra «La cabaña del Tío Tom» pidió consejo a Douglass antes de escribir su novela abolicionista.
Que en España esta joya sea casi desconocida, no lo entendemos. Se nos escapan las causas. En la misma época en que los esclavos estadounidenses buscaban la liberación, en Europa los obreros de las fábricas, que vivían en condiciones de hambre y miseria, terriblemente explotados y oprimidos, empezaban a asociarse; en España nace el movimiento obrero. Formaron una fuerte corriente cultural que creía en la dignidad de la persona y en la fraternidad universal, luchaban reclamando pan, trabajo y libertad. Su objetivo era una sociedad nueva donde brillara la justicia.
En pleno siglo XXI, el imperio opresor de las grandes empresas transnacionales, como los jinetes del Apocalipsis, produce hambre, destrucción, emigraciones, abortos, guerras, esclavitud, desempleo… También por toda la tierra se extienden hoy las luchas de liberación de los pobres asociados.