Un día apareció un león en la biblioteca. el reglamento no decía nada sobre leones en la biblioteca, y pronto comenzó a ayudar desempolvando las enciclopedias, lamiendo los obres y alzando a los pequeños para que alcanzaran los estantes más altos. Pero un día tuvo que rugir. no está permitido rugir en una biblioteca... a no ser que sea por una buena causa.