En Lima de comienzos de la década de 1950 la inmigración andina había alcanzado proporciones masivas. Esta situación desarrolló un mercado interno que permitió al huayno (baile y canción más popular de los andes) llegar al éxito comercial en la capital. Llegada la década de 1960, cuando el huayno comercial estaba en su máximo apogeo, ingresa al Perú la cumbia colombiana. con cierta aceptación popular a través de grupos como "Los Corraleros de Majagual", "Los Graduados", "Los Black Stars", "La Sonora Dinamita" o "Los Teen Agers", y se unió a los estilos musicales que la población urbana del Perú ya disfrutaba: la rumba cubana, el merengue dominicano y el mambo de Pérez Prado.
Fueron apareciendo los primeros grupos locales de cumbia, que en sus primeras grabaciones no buscaron innovar el estilo original; incluso se nombraba al estilo con el nombre compuesto de "cumbia colombiana". Eran grupos de todos los lugares del Perú, pero algunos de los más llamativos eran del valle del Mantaro, cerca a Huancayo. Es el caso del grupo "Los Demonios del Mantaro" de Carlos Baquerizo Castro, que tocaba la cumbia al estilo de los conjuntos colombianos. Su canción "La Chichera" se convirtió en el primer gran éxito de "la hermosa cumbia peruana" a fines de 1965 y se le menciona frecuentemente como uno de los probables orígenes del término chicha aplicado al estilo andino de la cumbia peruana. Sin embargo, en Lima se popularizó primero la versión de "La Chichera" de "Los Demonios de Corocochay" en 1966, similar a la original pero con superior calidad de sonido. La exitosa sonoridad de "Los Demonios del Mantaro", basada en el saxo, clarinete, güiro, armónica (rondín) y batería, inspiró a diversas orquestas nacionales como "Los Compadres del Ande" y "Los Ases de Huarochirí" pero también a otras internacionales como "Los Golden Boys", que también grabó su propia versión de "La Chichera" al estilo de la cumbia colombiana, pero, no es lo mismo igualar la chicha con la cumbia peruana.