Según la leyenda griega, el Jardín de las Hespérides poseía un árbol cuyos frutos otorgaban la inmortalidad. El árbol mágico era custodiado por Ladón, un terrorífico dragón de 100 cabezas. Todo aquel que se aventuraba en busca de los preciados frutos, sucumbía bajo las fauces de Ladón. No fue otro sino Hércules, quien, tras una cruenta batalla, derrotó a la bestia y se hizo con los frutos de la inmortalidad.
El dragón es un ser mitológico fundamental de la cultura China y muchos otros países orientales. Símbolo del emperador, a diferencia del dragón occidental, representa la buena fortuna y la llegada de las lluvias que permiten las cosechas, por lo tanto, es también un ser muy querido por el pueblo. Sin embargo, en muchas otras leyendas, el dragón asoma en sus relatos como representación de los infiernos, como en la conocida historia de San Jorge y el dragón, donde aparece como símbolo del triunfo del bien sobre el mal. De dragones y de serpientes hablamos esta noche en el divino, de los símbolos más universales y de sus connotaciones esotéricas, de sus leyendas y sus misterios.