Todos hemos experimentado alguna vez algún dolor, y todos, de modo reflejo hemos puesto nuestras manos encima de la zona dolorida. Los animales también lo hacen lamiéndose las heridas o las zonas de afectadas de su cuerpo. ¿Instinto, reflejo, autocuración? La curación a través de las manos es tan antigua como el hombre. Las manos proporcionan calor, bienestar, transmiten seguridad y confort a la zona que duele. Las manos llevan ese calor (energía) a la zona que se queja mediante el dolor y lo apacigua. Pero, ¿pueden curar las manos con tan sólo tocar? I aún más, ¿pueden hacerlo sin apenas tocar la piel? El reiki, la imposición de manos, o la transmisión energética, es una opción que puede ser útil en procesos que causen estrés y por tanto enfermedad.
Esta noche en el divino: manos que curan, con la terapeuta Mª José Serrano.
