La escritura automática o psicografía se empezó a practicar en China, donde se conocía como fuji, hace 1.500 años. Esta técnica implicaba el uso de una ramita suspendida, aparentemente guiada por los espíritus, que escribía sobre ceniza. Pero, de hecho, los escritos religiosos de inspiración divina como la biblia, el Corán, o los vedas, se consideran fenómenos psicográficos, donde la mano del religioso, no es más que un mero instrumento utilizado por alguna deidad o ser divino sobrenatural. Sean los espíritus, la mano divina, los ángeles, o tan sólo el inconsciente, lo cierto es que la escritura automática puede ser terapéutica si se hace con un buen razonamiento. Escribir dejando fluir lo que sale en el momento, sin juzgar ni cuestionar lo que se escribe, puede sanar emociones reprimidas y dar rienda suelta a lo que nos presiona. La escritura, como cualquier otro arte, a menudo tiene más de intuición que de conocimiento.
Hoy en el divino, la escritura espontánea, psicografia, ¿la practicas? ¿sabes de sus mensajes? ¿Qué hay de cierto y falso en ella? Te lo contamos…