Mohammed bin Salman, príncipe heredero del trono de Arabia Saudí, ha realizado una gira por Estados Unidos en la que se ha reunido con políticos, empresarios y periodistas. Busca negocios, alianzas políticas y asentar la campaña de imagen del mayor productor de petróleo del mundo, gobernado por una dinastía familiar en base a una de las versiones más retrógradas del Islam.