Japón ha nombrado a un ministro de la Soledad. Tetsushi Sakamoto, responsable del departamento de Revitalización Regional, deberá ocuparse de promover medidas contra el aislamiento y los suicidios. En Japón se suicidaron 20.919 personas el año pasado: seis veces más que los muertos del virus. Preocupa especialmente el aumento en el número de mujeres suicidas. La pandemia ha empujado al paro a los trabajadores más precarios, las mujeres, y las ha encerrado en casa y les ha dado una vida de pérdidas: del empleo, del amor, de las vacaciones. A cambio las convierte, a lo sumo, en cuidadoras. La apología de los cuidados encierra una esclavitud femenina llena de tristeza.