Atom Heart Mother es quizás el álbum más experimental de la discografía de Pink Floyd y uno de los más inaccesibles. La pieza homónima orquestal ocupa toda una cara del disco con sus más de 23 minutos de duración, mientras que «Alan Psychedelic Breakfast» reproduce los sonidos de un hombre preparándose el desayuno intercalados entre fragmentos instrumentales. Con Meddle, Pink Floyd comenzó a enfocar su propio sonido de manera directa. En él, la banda dejó de lado la orquesta de «Atom Heart Mother» y se sumergió en piezas largas y elaboradas, como «Echoes» o «One of These Days», firmando una de las mejores obras de su carrera y la mejor desde The Piper at the Gates of Dawn.[100]
The Dark Side of the Moon se convirtió en el álbum más vendido de la banda y uno de los más vendidos de la historia de la música. El nuevo cambio de estilo de la banda se hace patente de nuevo en este álbum, con canciones como «Money» o «Time» y con la aparición de coristas femeninas y del sonido del saxofón de la mano de Dick Parry. Las texturas sonoras exploradas en este disco y las cuidadas atmósferas definieron el sonido clásico de Pink Floyd, con una mezcla de blues rock, jazz fusión, rock psicodélico y art rock.
La continuación de The Dark Side también fue todo un éxito en ventas y se convirtió en otro clásico del grupo. Wish You Were Here, con unas canciones dedicadas a Syd Barrett y otras dirigidas contra la industrialización de la música, contiene el tema «Shine on You Crazy Diamond», uno de los más conocidos de la banda y el más largo, que con sus casi 26 minutos tuvo que ser dividido en dos pistas, una al comienzo y otra al final del álbum. Esta canción está enteramente dedicada a Barrett, y termina con las notas de «See Emily Play», uno de los primeros sencillos del grupo compuesto por Syd. Otra de las canciones más famosas de Pink Floyd es la acústica «Wish You Were Here», también dedicada a Barrett y que constituye una de las piezas con más lirismo de la banda. El liderazgo de Waters se comenzó a imponer en la grabación de este álbum, y acabaría por ponerse ampliamente de manifiesto en los álbumes siguientes, especialmente en The Wall y The Final Cut.