Listen

Description

La primera cosa a hacer es asumir la responsabilidad por la lesión. Si no lo hacemos, esta se transforma en una injusticia arbitraria por la cual tenemos que ser compensados, en vez de constituirse en un instrumento para la evolución personal.
Casi todos los practicantes experimentados que se lastimaron terminan por considerar a la lesión como un maestro. Ese es el primer paso: ver la lesión como profesor de una lección que necesitamos, y no como algo que se nos impone injustamente como victimas. Cuando estamos lastimados conseguimos ver como nuestro apego tiene la capacidad de realizar la practica (mismo como para levantarnos y vestirnos) de una manera determinada, y vivenciamos como ese apego nos perjudica.
Descubrimos entonces que una parte de la lección dice respecto al desapego de hacer la práctica de una manera determinada, y también da la auto imagen según la cual somos alguien que puede realizar “X”.Y, de nuevo, la práctica puede mostrarnos como desapegarnos de nuestras expectativas de que la vida debe desdoblarse de un modo específico.
El segundo paso es no parar de practicar. Eso no equivale a un consejo para continuar practicando sin considerar la condición de nuestro cuerpo o nuestra mente. Por lo contrario, el consejo es que se continúe la práctica de una forma que se tome en consideración las nuevas cuestiones que estamos enfrentando,en vez de parar de practicar e ignorar esas cuestiones.
Nadie soñaría levantarse en medio de una cirugía sin dar la chance al cirujano de terminar su trabajo.