Vaya disco tan esperado como inesperado. Inesperado por la vuelta de Kai Hansen y Michael Kiske en 2016, hijos pródigos de la banda si los hay, que suponía una gira internacional, pero el éxito y seguramente la buena onda entre estos grandes músicos los llevó a la creación de un nuevo disco de estudio, dando como resultado este Helloween, homónimo a la banda, muy esperado por la comunidad de heavy metal desde el anuncio de su composición en estudio por la superbanda.
Es el disco número 16 para un exponente a nivel mundial, los reyes del power metal sin dudas.
El álbum es una obra conceptual que trata sobre ciencia ficción. Musicalmente es muy cañero con temas con estribillos y melodías marca registrada de la casa. Hay partes en los temas de todas las etapas de la banda pero abundan y sobresalen las que son de los Keepers of the Seven Keys. Es una obra cumbre de la banda, con lo mejor de cada época y cada álbum de estudio editado a lo largo de su gloriosa carrera.
La portada es sin dudas, muy buena a la altura de lo musical, acorde al disco, una mezcla de las portadas mas importantes de sus discos anteriores. Son dos obras de arte en lo musical y en la pintura del artwork.
El disco lo abre “Out or the Glory” después de una breve intro que nos dirige de lleno en las melodías de un hiper power metal confirmándolo con la voz en las primeras estrofas, despegando con la fuerza de las turbinas de los Keeper y metiéndonos rápidamente de lleno en el disco con un estribillo sublime y con todo el sentimiento que solo las grandes bandas pueden lograr. ¡Impecable Kiske! Los solos veloces arrasan con sus melodías en un tema redondo donde todo encaja a la perfección para adentrarnos dándonos la bienvenida a esta explosión del mejor power metal de las calabazas teutonas.