¿Sabes? Estaba pensando que he organizado diez retiros presenciales hasta la fecha y he hecho bastante ruido, pero nunca te he contado cómo empezó todo.
Así que allá voy, esta es la historia.
Cuando tenía veinte años leí por primera vez a los estoicos.
Lo recuerdo como si fuera ayer pues probablemente ese día fuera el más importante de mi corta vida.
Buscaba en Google frases estoicas y buscando y buscando acabé encontrando las famosas Cartas de Séneca a Lucilio.
Nadie me había hablado antes de ellas y si me habían hablado yo no había sabido escuchar.
Empecé a leerlas y cuanto más las leía menos lo podía creer.
Llevaba años sospechando que toda la educación que había recibido desde mi infancia era una estafa premeditada, pero aquellos pensamientos de Séneca y su tío me lo confirmaron con una claridad absoluta.