El 15 de noviembre de 1988, el líder palestino Yasser Arafat leyó en Argel la Declaración de Independencia de Palestina. Casi cuatro décadas han pasado, sin que ese Estado palestino se concretice, pero este lunes, en la sede la ONU en Nueva York, varios países, encabezados por Francia, reconocieron al Estado palestino, en un hecho histórico del que hablamos en este programa especial de RFI.
"La paz es más exigente que la guerra", indicó Emmanuel Macronen medio de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, el escenario que eligió el mandatario francés este lunes para reconocer al Estado palestino. Al menos 150 de los 193 estados miembros de la ONU han hecho este reconocimiento.
Según nuestro enviado especial a Ramala, Hugo Passarello, en la Cisjordania ocupada el ambiente era más de indiferencia y reserva. Nadie parecía estar siguiendo en directo el discurso del mandatario francés. Para algunos palestinos, el reconocimiento llegó tarde y piden pasos concretos, como dejar de apoyar a Israel, y exigen un cese al fuego definitivo en Gaza.
En Cisjordania ocupada, anhelan la paz, pero la incertidumbre reina cuando cada vez ven más asentamientos ilegales de colonos israelíes, indicó a RFI Fuad Muadi, un colombo-palestino de 33 años, que vive en Palestina desde hace una década. “Vivir acá es aprender a tener esperanza, aunque no la veamos, porque sin la esperanza uno no puede vivir. Acá tienen problemas psicólogos, -pensamientos- suicidas. Necesitamos verla siempre, pero hoy en día no puedo materializar esa esperanza. No puedo decirle si veo la luz al final del túnel. No la veo. La única razón por la que sigo haciéndolo es porque creo en ella, pero no la veo. Entonces no veo ningún futuro”.
Francia se ha sumado oficialmente al reconocimiento de Palestina, tras Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal que lo hicieron este domingo. Según ellos, en busca de una solución al conflicto palestino-israelí que va más allá de aquella declaración de independencia de 1988.
La resolución de la ONU de 1947 planeaba dividir el territorio del mandato británico en un Estado judío con el 55% del territorio y un Estado árabe con el resto, con Jerusalén y Belén bajo administración internacional. La resolución fue aceptada con reservas por Israel y rechazada por los palestinos y los países árabes que la consideraban injusta porque daba más territorio a los judíos cuando eran minoría.
El primer país que reconoció al Estado de Palestina fue Argelia, después de la proclamación en Argel por Yasser Arafat, dirigente histórico de la OLP, Organización para la Liberación de Palestina, le seguirían decenas de países. Los acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y la OLP, que transferían poderes a la Autoridad Palestina, crearon muchas expectativas, pero sin avances significativos. Las reuniones auspiciadas en los años 2000 por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, fracasaron, entre otros, por las diferencias por el control de los lugares santos. El 29 de noviembre de 2012 es una fecha señalada, ya que Palestina se convirtió en Estado observador de las Naciones Unidas.
Actualmente, 3/4 de las Naciones Unidas reconoce el Estado de Palestina, entre ellos países miembros del Consejo de Seguridad, como Reino Unido y Francia. En Francia, el debate sobre el reconocimiento del Estado de Palestina se remonta a los años 60, pero la mortífera ofensiva en Gaza, tras el sangriento ataque de Hamás en Israel ha precipitado a París a dar finalmente el paso.
La idea empieza en 1960, pero no será hasta los años 80 cuando Francia reivindique en la escena internacional el derecho de los palestinos a tener un Estado. Lo hizo François Miterrand en el año 1982 ante la Knesset, el Parlamento israelí, pero su discurso no tuvo efecto alguno.
Los acuerdos de Oslo tampoco y quedaron en papel mojado tras el asesinato de Isaac Rabin en 1995 y la muerte de Yasser Arafat en 2004 en Francia. En 2014, algunos parlamentarios franceses quieren avanzar en el reconocimiento, pero no será hasta la ofensiva de Israel en Gaza tras el ataque del Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando el presidente Emmanuel Macron decide dar el paso. Esta decisión se inscribe en un proceso iniciado por Francia y Arabia Saudita, que prevé la exclusión de Hamás de cualquier gobierno futuro, así como la convocatoria de elecciones palestinas.
El reconocimiento de Francia o Reino Unido es significativo porque hacen parte del Consejo de seguridad de la ONU que es el que ha fracasado al votar el cese al fuego en la Franja de Gaza, principalmente por el veto de Estados Unidos, gran aliado de Israel. Para muchos analistas la decisión no va a generar gran impacto.
El abogado chileno-palestino Emilio Dabed, profesor de la Universidad de York en Canadá, explica que un Estado reconocido tiene muchos más instrumentos para defender sus derechos que una población que pertenece a un Estado que no ha sido reconocido. En ese sentido, “no cabe ninguna duda de que para aquellos que están de acuerdo con la solución de dos Estados, esto es un avance. Va a permitir a ese Estado hacerse parte con más facilidad de instancias internacionales; acceder a tratados, hacer demandas en instituciones internacionales como cortes, en su capacidad ahora de Estado ocupado y ya no solo un territorio ocupado, pero un Estado ocupado”, agregó.
Macron anunció que reconocería el Estado Palestino desde julio y desde entonces el tono diplomático con su par israelí Benjamin Netanyahu ha escalado. El primer ministro de Israel se opone rotundamente a la existencia de un Estado Palestino.
Nuestro corresponsal en Tel-Aviv Daniel Blumenthal cuenta que el Gobierno dice que es “un premio al terror”.
Si tres cuartas partes de los Estados miembros de la ONU han reconocido el Estado de Palestina, es porque cumplen los requisitos del derecho internacional: población, gobierno y capacidad de entrar en relaciones diplomáticas. Sin embargo, en Cisjordania el control de Israel es Latente, como cuenta nuestro enviado especial a Ramala, Hugo Passarello.
Cuando Netanyahu dice que la verdadera respuesta llegará a su regreso de la Asamblea General, seguramente se refiere a eso, a la aplicación de la soberanía israelí sobre más territorios en Cisjordania o a la creación de nuevos asentamientos. Mientras el primer ministro israelí continúe siendo apoyado por el presidente estadounidense Donald Trump, las presiones internacionales tendrán poco efecto. El mayor interés de Netanyahu es permanecer en el poder, para lo cual necesita fortalecer a su coalición y el mayor interés de sus socios coalicionarios de extrema derecha es ampliar la tierra de Israel según el mandato bíblico, explica el corresponsal de RFI en Tel-Aviv, Daniel Blumenthal.
La ecuación es relativamente simple. Entre más naciones reconozcan un territorio como Estado más peso tendría este pueblo de reclamar sus derechos en las instituciones internacionales, pero en el caso de Palestina va mucho más allá. Para el excanciller israelí Sholmo Ben Ami, tal solución de dos Estados no existe: “No hay condiciones, no hay interlocutores, no hay compañeros ni en un lado ni en otro. Así que habrá que pensar de una manera fresca, novedosa, sobre nuevas soluciones que sí podrían a lo mejor dar salida a esta y no repetir ese eslogan, sin saber de lo que verdaderamente se trata”, afirmó.
Varios analistas dicen que así se sumen reconocimientos, actualmente no hay condiciones que lleven a una verdadera solución en el conflicto israelo-palestino. Para Haizam Amira Fernández, director ejecutivo del Centro de Estudios Árabes con sede en Madrid, este paso es importante, pero sigue siendo algo simbólico. “Solamente reconocer al Estado de Palestina por sí solo es un gesto. Un gesto con valor simbólico. Pero en ausencia de medidas concretas que cambien el comportamiento de la parte fuerte, que es el Estado de Israel, que cambie su comportamiento en lo que está haciendo en Gaza y en Cisjordania contra civiles y contra inocentes, si no hay esas medidas que fuercen a Israel a parar los crímenes que comete y poder abrir una vía negociadora y poder establecer unas condiciones, que Israel normalice su situación en su vecindario y en su entorno, pues ese gesto simbólico no dejará de ser más que una farsa realmente y no va a impedir el horror, la destrucción, las masacres que vemos a diario desde hace dos años en Gaza”, indicó.
Amira Fernández señaló que hace falta que ese reconocimiento del Estado de Palestina vaya acompañado de medidas concretas “que haga que los extremistas de todos los bandos se queden sin oxígeno”.
Muchos dicen que este reconocimiento ha llegado tarde, otros celebran el simbolismo, pero la gran pregunta es: ¿Y ahora qué?
Desde Tel-Aviv, el corresponsal de RFI Daniel Blumenthal recuerda que Yair Golan de la izquierda israelí, explicó que después de los horrores del ataque de Hamás, los israelíes no están predispuestos a hacer concesiones a los palestinos. Gershon Baskin, un prominente activista por la paz dice que si los palestinos desean que su Estado tenga un verdadero significado, deben comprender que nunca disfrutarán de verdadera libertad si Israel no goza de verdadera seguridad.
Desde Palestina, la mirada es más de incertidumbre, explica el enviado especial de RFI a Ramala. Los palestinos lo que piden sobre todo, es que se logre un cese al fuego en Gaza. Sin lograr eso, incluso el reconocimiento de un Estado palestino para ellos se mantiene simbólico.