Hace unos días estalló un nuevo escándalo de corrupción en Ucrania que salpica al gobierno de Zelenski y que ha obligado a dimitir a dos de sus ministros: el de Justicia y la de Energía. El núcleo de la trama se sitúa en Energoatom, el operador público que se encarga de gestionar las cuatro centrales nucleares ucranianas. Según los investigadores, algunos de sus directivos habían construido un sistema de sobornos que obligaba a pagar hasta un 15% de comisiones a todo aquel que quisiera contratar con la empresa. El presunto cerebro de la trama es Timur Mindich, amigo íntimo y socio de Zelenski, que ha conseguido huir del país. Hablamos con Olena Halushka, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales del Centro de Acción contra la Corrupción y cofundadora del Centro Internacional para la Victoria de Ucrania, para analizar qué consecuencias puede tener este escándalo en la política interna ucraniana, en el proceso de adhesión de Ucrania a la UE y en el apoyo de los aliados occidentales a Ucrania.