Un kilo de cocaína cuesta, en la selva de Colombia, 1900 dólares. Cuando llega a lo que, hasta ahora, eran sus mercados habituales, EEUU o Europa, la cifra ronda los 35 mil dólares, en el primer caso, y hasta los 53 mil en el segundo. Si hablamos de España, la cifra es de 46 mil. Pero las rutas y los mercados han cambiado. Y, cuando la cocaína viaja a través del Pacífico, los 1900 dólares de Colombia acaban siendo 98 mil en China o 150 mil en Australia. Es una de las características de la "convergencia criminal" a la que, invitado por Casa América, se refiere Iván Marques, secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de los Estados Americanos. Nuevas rutas y mercados, fragmentación, países de tránsito convertidos en mercados locales, la confluencia de varios delitos en un delito. Hablamos de la la "confluencia delictiva", en la terminología del coronel García-Fustel, jefe de la División de Crimen Organizado, Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).