No ha pasado ni media hora desde que John Wick se hizo cargo de los desgraciados que le arrebataron la oportunidad de tener una mejor vida al matar a su perrito cuando Juanito el Torcido se encuentra ante un nuevo dilema: volver de manera oficial al negocio de los asesinatos por contrato para pagar una vieja deuda o hacerse de la vista gorda aunque ateniéndose a las consecuencias de su negativa. ¿Te gusta este podcast? ¿Crees que te ofrece algo valioso para pasar el rato? Por menos de lo que cuesta el transporte público puedes apoyar la creación de estos bonitos contenidos. Descubre como visitando patreon.com/churrosypalomitas. Co-Productor del episodio: Jaime Rosales.Agradecimiento a nuestros Patreons Álvaro Vázquez, Daniel Krauze , Fernando Teodoro , Edith Sánchez y Alejandro Alemán.Ya se saben la fórmula, pueden escuchar el podcast en el reproductor o dar click derecho y seleccionar la opción "guardar como" aquí. Además de esto, pueden suscribirse y escucharnos en iTunes, Player.fm, Spreaker, Soundcloud, Stitcher, Tune In, Acast, Poddirectory, iVoox, Hearthis.at y recuerden que si son banda, pueden darnos like en Facebook. La primera cinta de John Wick logró ser una enorme sorpresa al traernos a Keanu Reeves nuevamente como un héroe de acción. Mientras que el actor ha sido muy selectivo con los papeles que interpreta, desde su participación en The Matrix no había hecho nada verdaderamente memorable. Gracias al trabajo de Chad Stahelski como director, quien cansado de ver como los directores y productores se basaban más en la espectacularidad y las coreografías montadas en lugar de los movimientos reales que haría un héroe de acción, es que Keanu encontró un personaje que vuelve suyo y que invita a ver cine de acción. ¿Puede un rayo caer dos veces en el mismo lugar? En lugar de caer en la típica fórmula hollywoodense de tratar de repetir el éxito de la primera cinta pero con el doble de presupuesto y un villano dos veces más grande, en el Capítulo 2 de John Wick tenemos un seguimiento de la primera cinta, cuya historia ocurre menos de media hora antes de que inicie la secuela. En la película original tuvimos una serie de coreografías en las que le combate cuerpo a cuerpo y el uso de armas se combinan en un glorioso gun-fu. Mientras que esta técnica sigue presente en la segunda cinta, ahora se combina con un car-fu, knife-fu, comedy-fu y hasta whata-fu logrando una variedad más cuidada. Las peleas son más brutales también, especialmente porque Baba Yaga no confronta matones cualquieras, ya que ahora debe enfrentar incluso a miembros de su mismo gremio para saldar una deuda de antaño. Parte del encanto de la cinta es el manejo de una mitología particular. Desde el principio recordamos sobre el Hotel Continental, el terreno sagrado en que está prohibido que corra la sangre y en donde se refugian los miembros de tan selectos grupos de asesinos. A esto le agregamos elementos casi mitológicos como la manera en que se cobran y saldan deudas de sangre, con guiños que al observador le recordarán elementos del mismo Sandman de Neil Gaiman. Además de eso nos enteramos de la existencia de altas esferas de poder y control dentro de los gremios de asesinos. Esto sería estéril como pretensión de Assasins Creed pero gracias al manejo de casi cotidianeidad que tienen los personajes es que se logra empatía con un mundo tan extraño. “¿Estás trabajando de nuevo, John?” le preguntan al personaje principal sin darnos más detalles, como si simplemente se tratara de otro día para matar. Dentro de la misma mitología tenemos elementos que parecerían arcáicos como el uso de máquinas de escribir o telefonistas, pero en una realidad en donde los teléfonos y las computadoras pueden ser hackeados para robarles información, da mucho sentido este manejo además de que le agrega un toque retromodernista al mundo de Wick y compañía. Por si fu