Durante tres años, el gobierno de Gustavo Petro subordinó la atención a la migración venezolana a la relación con el régimen de Nicolás Maduro, desmantelando la infraestructura y perdiendo la coordinación institucional. Esto ha tenido graves consecuencias, con más de 812 mil venezolanos irregulares o en proceso de regularización en Colombia.
Las medidas implementadas han sido insuficientes, dejando por fuera a la mayoría de la población y priorizando las conveniencias políticas sobre la protección humanitaria. Presentación del segundo reporte de la “Bitácora Migratoria”, un proyecto del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario y la Fundación Konrad Adenauer (KAS) en Colombia. Y en la entrevista, conversamos con César González, director ejecutivo de la ONG Fundación Cordilleras de América.