Desde hace más de 40 años Colombia viene trabajando en la consolidación de una política de drogas que busque reducir los impactos negativos de la problemática en el territorio, pasando por estrategias que proyectan un avance y otras que han generado incertidumbre y retroceso. Sin embargo, actualmente hay un espacio posible para complementar alternativas que respondan a las necesidades de salud pública que ha generado el consumo de drogas en el país, sin duda este es uno de los grandes retos que tiene el gobierno actual.