Sylvia fue el primer ballet que se presentó en el Palais Garnier en Paris en 1876. Una creación de Louis Mérante basada en los textos del poema Aminta de Torquato Tasso. Leo Délibes estuvo a cargo de la música, después del éxito de Coppelia. En esa época se quedó como un ballet más, sin mucho éxito. Fue hasta que Sir Frederick Ashton creara en 1952 su versión para el Royal Ballet que Sylvia finalmente se colocó en el gusto y admiración del público.
