Cinco víctimas de robos ejecutados con sustancias que doblegan la voluntad relatan cómo fueron abordados, pero no pueden reconstruir el tiempo que permanecieron bajo el control de los delincuentes. Cuando los casos no tienen un desenlace fatal, como el de Fabián Herrera, simplemente se pierden entre las estadísticas del hurto simple. Esta investigación identifica el vacío legal de un crimen que se ejecuta con una droga que se puede comprar en una farmacia por 12.000 pesos. Segundo episodio del podcast de crónicas de EL TIEMPO Casa Editorial (www.eltiempo.com)