Muchos asocian la obscuridad como algo negativo o como el mal, otros más como momentos tenebrosos o momento sombríos en la vida. Todos en alguna medida u otra hemos experimentado esa incomodidad que muchas veces la carencia de luz nos ha causado, a veces miedo, o incertidumbre, otras veces a causado que tropecemos por no tener claridad o ha hecho que titubeemos de avanzar o no por no tener luz en el camino. Curiosamente cuando Dios hizo la creación, una de las primeras cosas que dijo la encontramos en Génesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.