Un sepulturero que celebraba Año Nuevo con tumbas de “N.N.”, una corregidora que recogió cadáveres del río Cauca por seis años y dos médicos que aprendieron empíricamente a hacer necropsias. Esta es la historia de cuatro personas de Marsella (Risaralda) que rescataron 548 cuerpos no identificados que bajaban por el río Cauca y los sepultaron, con la esperanza de que algún día sus familiares pudieran identificarlos y reclamarlos.