"conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna." (Judas 21).
Judas termina su epístola con el consejo de "conservarse". Literalmente, esta palabra significa que debemos guardar o vigilar nuestra vida para asegurar que estamos en el amor de Dios. El apóstol usa el lenguaje de un guardia que vigila un preso. Ahora bien, según Romanos 8, entiendo que no hay nada que nos puede separar de este amor y por lo tanto entiendo que yo mismo soy el mayor peligro. Debemos protegernos del peligro de alejarnos de este amor. Somos como ovejas que tienden a alejarse y descarriarse.
Dos versículos más tarde Judas habla de ""aquel que es poderoso para guardaros sin caída"" (24). Nos guardamos pero ¡Dios también nos guarda! Os animo a orar y meditar en lo que podéis hacer hoy para guardaros en el amor de Dios.