"Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová." (Génesis 4:26)
Encontramos esta frase después de la historia de Caín y Abel. En una sola generación, la desobediencia de Adán y Eva se había convertido en asesinato. Ahora con el hijo de Set vemos que los hombres comienzan a clamar al Señor. El contraste del texto es entre la familia de Caín y la de Set. Caín no invocaba el nombre de Dios, pero ahora su hermano Set y su hijo Enós están caracterizados por su búsqueda de Dios. Es triste pensar que Caín creía que no le hacía falta invocar el nombre de Dios. Parece ser que creía que era capaz de vivir sin la ayuda de Dios.
Esta es un grave peligro para nosotros, una tentación que sigue en vigor. Satanás quisiera que creyéramos que podemos vivir sin la ayuda de Dios. Más nos vale comenzar a invocar el nombre del Señor. Clama al Señor hoy y mantenle en tu mente a lo largo del día. (db)